El lobo de Wall Street

El lobo de Wall Street – Jordan Belfort

«I’m an adolescent inside a man’s body. I was born with certain gifts -from God- but I didn’t have the emotional maturity to use them in the right way. I was an accident waiting to happen… God gave me half the equation—the ability to lead people and to figure things out in ways that most people can’t. Yet He didn’t bless me with the restraint and patience to do the right thing with it.»
Comentamos hoy un libro atípico por varios motivos: seguramente casi todos conoceréis ya su título por la célebre película del maestro Scorsese y porque se sale de la temática de ensayo que solemos comentar. Pero si es un libro de no ficción, esto es, aunque parezca que estamos leyendo una novela en realidad estamos leyendo el relato autobiográfico del célebre Jordan Belfort. Y ya lo dice el autor en el propio libro: «The last decade of my life was unspeakably complicated. I had lived the sort of life that people read about only in novels.»
Y sin serlo, el libro consigue lo que las buenas novelas: engancharte, hacer que te preguntes en que trastada o peripecia se va a meter el protagonista. No, uno no va a aprender como convertirse en un empresario-broker-defraudador o como sacar adelante una IPO, todo eso parece ser lo menos importante para el autor que cuando se recrea es cuando nos cuenta sus excesos, su tremendo abuso de drogas, su consumo habitual de prostitución y las excentricidades y lujos que le permite su riqueza (que en general son básicamente las dos ya mencionadas…).
Creo que la diferencia con la película es que al ser aquí la historia más extensa y detallada da más tiempo a acabar apreciando al protagonista como el terriblemente vitalista que es y perdonarle un poco más sus tonterías y frivolidades. En el libro por ejemplo sus terribles dolores de espalda justifican hasta cierto punto su abuso de pastillas. Un tipo que cuenta que el primer día que acudió a la universidad para ser dentista, tras escuchar a un profesor decir que no se harían ricos con esa profesión, se levanta y abandona la universidad ese primer día. El punto de vista de la primera persona, constante en el libro, consigue también este efecto de manera mucho más potente que la ocasional voz en off de la película. Y es que mereciendo la pena la película, al verla después de leer el libro como ha sido mi caso sabe a poco, falta conocer mejor al personaje y entender mejor esos años de locura y desenfreno.
Así que los primeros capítulos solo toleraremos a Belfort, pero al final del libro querremos que continúe la fiesta, el desenfreno no pare y nosotros sigamos así de cerca para verlo todo como invitados de nuestro nuevo amigo millonario. Da miedo pensar las que ha podido liar en los periodos de su vida que no toca el libro, y así lo deja caer al final: «Ironically, it would be more than five years from the time I was indicted until I actually went to jail—serving twenty-two months in a federal prison camp. What I would have never guessed, though—not in a million years, in fact—was that those last five years would be as insane as the ones before them.»
Muy entretenido y divertido. Puntuación: 4/5.
Si quieres más información o comprarlo:
El Lobo de Wall Street – Papel